La Fiesta del Ahorro

La celebración de esta fiesta surge en el año 1924 en Milán (Italia), cuando se reunieron más de 300 representantes de 27 países para analizar varias cuestiones sobre la organización y legislación de las Cajas de Ahorro. Se creó entonces el Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y se instituyó anualmente el Día Mundial del Ahorro.

La intención inicial del Día Mundial del Ahorro era concienciar a la población de todo el mundo sobre las ventajas que tenía depositar sus ahorros en una entidad bancaria, en una época, la década de los veinte del siglo XX, en la que mucha gente los seguía guardando debajo del colchón. Ya desde sus primeras celebraciones, diversas Cajas de Ahorro y otras entidades empezaron a participar en este día, con actividades como la distribución de libretas de ahorro infantil, la publicación de artículos en prensa, la confección de carteles, la organización de conferencias y concursos o la difusión de pequeñas películas publicitarias.

Baños de Montemayor fue el primer pueblo de la provincia de Cáceres que celebró el certamen del ahorro organizado por la Caja Postal. Tuvo lugar el 12 de octubre de 1924. Esta fiesta se siguió celebrando durante varios años más.

La acción social del ahorro tuvo gran importancia en Baños de Montemayor gracias al impulso de un funcionario modelo como fue Jacinto Hernández Campo, administrador de Correos y vecino de Baños. Con una gran constancia y tenacidad inculcó en los niños y adultos el hábito del ahorro que tan buenos resultados dio en aquella época.

Consiguió con su esfuerzo que fueran 680 las cartillas de ahorro en la Caja Postal de Baños de Montemayor, en un pueblo que contaba con unos 2.000 habitantes. De ellas, 300 pertenecían a los niños y niñas de las escuelas nacionales.

Ayudaron a esta labor empezada por Jacinto Hernández Campo, los maestros nacionales Adela Revilla y Victoriano Mandado, al igual que el alcalde Pablo Payá, los párrocos y demás vecinos involucrados en esta acción ahorradora.

La Fiesta del Ahorro en su segundo año en Baños de Montemayor tuvo lugar el 3 de septiembre de 1925, como fin de los festejos habituales en honor a san Ramón, patrón del pueblo.

Los actos en sí de este Día del Ahorro consistieron en una misa acompañada por un coro de jóvenes del pueblo, estando presente las autoridades y los niños y niñas de las escuelas, además de todos los vecinos que quisieron acudir.

Después se hizo el reparto solemne de premios en el salón de sesiones del ayuntamiento presidido por el alcalde Pablo Payá, las demás autoridades y el delegado de la Administración general de la Caja Postal, Pedro Palencia, que asistió expresamente para tomar parte en la Fiesta del Ahorro.

Habló primero el señor Hernández Campo, quien brevemente hizo constar que se cumplía en Baños de Montemayor el acuerdo de Milán que dedicó un día para la fiesta del ahorro. Hizo resaltar que desde octubre del año anterior se habían hecho imposiciones por valor de 31.850 pesetas, recaudándose 448 en sellos de cinco céntimos, imponiendo los niños y niñas 2.850 pesetas y otros vecinos impusieron 50, 60 y hasta 100 pesetas en sus cartillas. Terminó el discurso estimulando al ayuntamiento y público en general al ahorro y se congratuló por el éxito de la fiesta, siendo aplaudido y felicitado por las autoridades y público en general.

Después dirigió la palabra al público el señor delegado de la Caja Postal que comenzó recordando que era la segunda vez que tenía la satisfacción de presidir esta fiesta en Baños de Montemayor e hizo el elogio debido a la Junta Pro Ahorro muy especialmente al señor Hernández Campo, a los maestros y a los sacerdotes y al ayuntamiento por su valiosa ayuda.

Vino a decir también en su discurso que la “perra chica” (5 céntimos de peseta), era la preferida por la Caja Postal, justificando que, aunque no era fácil reunir la moneda de cinco céntimos en la casa del pobre, pero el sello de ahorro que no se podía gastar, recogía las pequeñas economías y fomentaba una virtud con la adquisición de un hábito bueno.

Expuso las principales máximas para que fuera posible el ahorro, gastar menos de lo que se ganaba, pagar al contado y no anticipar jamás el agosto por ganancias problemáticas. Hizo constar que:

«ni las leyes ni en las instituciones ni siquiera la escuela bastaban para estos efectos, sino que era preciso la ayuda individual que encomendó principalmente a las madres que en el hogar pueden inculcar en el espíritu del niño o niña, con las más sanas ideas, los mejores sentimientos y las más hermosas costumbres. Luego en la escuela se podría continuar sobre base tan firme la formación espiritual de la niñez, educando al niño en la virtud del ahorro por la práctica del mismo».

Felicitó al pueblo de Baños de Montemayor, que en el año 1924 ganó el sexto lugar en toda España en proporción al número de sus habitantes, por la importancia de sus ahorros en las cartillas de la Caja Postal. También escuchó muchos aplausos.

Habló finalmente el alcalde don Pablo Payá que pronunció breves y también elocuentes frases, ratificando su propósito y el del ayuntamiento que presidía, de premiar siempre virtud tan digna como la que se ensalzaba en esta fiesta.

Y a continuación se hizo el reparto de premios: seis de 25 pesetas a las vecinas Fermina Alonso y Juana Pozas, a los niños Rafael Julián, Vicente Diéguez, Ángeles Gómez y Alicia Belloso.

Doce premios de diez pesetas a los niños Tomás Reig, Gerardo Pascual, Constancio Frías, Manuel Jiménez, Agustín Domínguez, Miguel Sánchez, Ángeles González, Pilar Domínguez, Pilar Belloso, María Muñoz, Isabel Moreno y Fermina Martín.

Quince premios de 5 pesetas dos de ellos donados por el delegado de la Caja Postal don Pedro Palencia.

Treinta y dos de cuatro pesetas, noventa y cinco de dos pesetas y noventa y nueve premios de una peseta.

Por la noche en el salón del balneario tuvo lugar una velada literaria y artística en el lindo salón teatro del balneario. La decoración corrió a cargo de las sucursales en Baños de Montemayor de los establecimientos “El siglo XX” y “París Elegante”, haciéndolo con gran gusto aprovechando sus espléndidos surtidos.

Fueron interpretadas dos obras literarias: la “Castilla del Mosca” y “Sangre Gorda” por parte de Petra Alonso y el oficial de correos Valeriano González, haciendo pasar un rato agradable al numeroso público que llenaba el salón.

También se destacó la generosa cooperación prestada por el “Cuarteto Hermoso”, que interpretó los números musicales del programa y el himno del ahorro que cantaron con mucha afinación las señoritas: Bernabea Flores, Marta González, Petra Alonso y Ramona Guardado; se le tributaron grandes aplausos a cantantes y músicos.

Himno del Ahorro

Autor del artículo: Pablo Vela

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