Genealogía de Baños de Montemayor (S. XVI-XXI)

Aunque publicado en 2015, la idea de hacer este libro nació a raíz de la exposición de árboles genealógicos que realicé en Baños de Montemayor el verano de 2012. Dada la buena aceptación que tuvo y la cantidad de peticiones de datos sobre cada apellido, hizo que surgiera en mi la necesidad de hacer un estudio completo de cada uno de los apellidos que ha tenido este pueblo desde que se conocen documentos escritos hasta nuestros días.

Faltan algunos apellidos históricos como Andrino, Fraile, Sánchez-Castellano, Jiménez de Aguilar, etc., que desde que se tienen noticias por escrito permanecieron poco tiempo en la genealogía bañense, al igual que otros actuales que cuentan con dos o tres generaciones como mucho.

En realidad, el inicio de mi actividad en la genealogía viene por la curiosidad que me surgió al hacer el árbol genealógico de mis suegros, Gabino Mandado y Esther Ángeles Gil Flores. Al empezar a hacerlos me di cuenta que la mayoría de los antepasados tenían en común algún vecino con el mismo nombre y apellidos, lo que me llevó a pensar que si hacía el estudio previo de cada uno de los apellidos, sería más fácil confeccionar un árbol genealógico personal, es decir con todos los ascendientes de cada uno de sus miembros. Me puse manos a la obra y tras algunos años terminé la labor que ahora presento en este libro.

Árbol genealógico en abanico del apellido Mandado

Desde la exposición han sido varias las personas que desde otros sitios de España e incluso de Sudamérica se han puesto en contacto conmigo para saber de sus ascendientes bañenses. En el libro explico bien cada uno de los casos que he cumplimentado.

Desde el principio han sido años dedicados a la búsqueda, escaneo a veces, trascripción y elaboración de los árboles genealógicos. Durante este trabajo me he encontrado con ayuda tanto por parte de las autoridades civiles como eclesiásticas, aunque también ha habido excepciones que prefiero obviar. Otras veces me he encontrado problemas de falta de visibilidad en los documentos parroquiales por la antigüedad de los mismos y las malas condiciones de conservación. Y por último la propia complejidad a la hora de confeccionar algún que otro árbol familiar por las situaciones curiosas que plantean cada uno de ellos, y que aclaro dentro del libro. Pero esto no ha impedido que haya seguido con el trabajo porque para mí la genealogía es un hobby, algo con lo que disfruto a la hora de confeccionar los árboles como encontrar las soluciones a los problemas que se me van planteando.

Árbol genealógico en vertical del apellido García-Bajo

El estudio que presento engloba una parte introductoria y luego la explicación de cada uno de los apellidos con las anotaciones más características de ellos. También cuenta el libro con fotografías de los árboles o los primeros registros parroquiales de los apellidos. Si bien no se aprecian bien los datos contenidos en los árboles los pongo a modo de presentación, por lo que he adjuntado a este libro, como regalo, un soporte digital para que se pueda ver claramente cada uno de ellos. Este soporte digital comprende el árbol genealógico de cada apellido en formato P.D.F. y J.P.G. También incluye un reporte explicando los datos de cada uno de los miembros de los distintos árboles genealógicos. Un trabajo que me ha llevado bastante tiempo.

Partida de bautismo de un vecino de Baños, 1569

En el interior del libro aparecen fotografías de vecinos que llevan apellidos objeto del estudio genealógico.

Desde aquí quiero agradecer la ayuda prestada por parte del párroco don José Antonio Sánchez, que todo fue buena voluntad hacia mi trabajo y también a la entonces Corporación Municipal en nombre de Oscar Mateos y Manuel Talaván sobre todo, que tanto en la publicación de este libro, como en la exposición de árboles genealógicos se volcaron para que todo llegara a buen fin.

Agradecer a mis suegros Gabino Mandado Alindado (D.E.P.) y Esther Ángeles Gil Flores la gran ayuda prestada por la información que me han dado a cada pregunta, que han sido bastantes.

Y por supuesto a mi familia: a mis hijos Pablo y Patricia por los ratos robados de mi tiempo para disfrutar con ellos y en especial a mi mujer Leonor Carmen Mandado Gil, que sin su paciencia y colaboración no hubiera sido posible efectuar tanto este como otros trabajos realizados.

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