Primera entrega de una serie de sucesos ocurridos en Baños de Montemayor a lo largo de su historia, muchos de los cuales fueron objeto de atención en los periódicos de la época.
Milagro en Baños, 1740
Juan López de Rivera y Moyano, cura de santa Catalina, obispado de Plasencia y jurisdicción de Baños de Béjar, certifica que en el año de 1739 y 1740 se produjeron sendos milagros en la persona de un vecino llamado Juan Campo y que los refiere en la manera siguiente:
“ Como cura propio que soy de la iglesia de santa Catalina de este lugar de Baños, obispado de Plasencia, certifico cómo en el año pasado de mil setecientos y treinta y cinco Juan Campo, hijo de Juan Campo y de Ana Sánchez vecinos y naturales de este lugar y soldado miliciano, padeció una enfermedad grave la cual se le agravó por la muerte de dicho su padre, de tal suerte que quedó sordo, mudo y corcovado, el cual no hallando remedio en lo natural apeló a lo divino, haciendo con frecuencia muchas romerías descalzo, de pie y pierna. Hasta el día tres de mayo del año mil setecientos y treinta y nueve, que estando en la bendita cruz del Casar, logró la dicha de enderezarse y oír, hallándose bajo de las andas de la santísima cruz.
Milagro ocurrido a un vecino de Baños que fue registrado en el libro de matrimonios de santa Catalina (1622-1848)
Y en este año de mil setecientos y cuarenta, el día siete de septiembre hallándose a las vísperas de nuestra señora de la Peña de Francia al bajar a nuestra señora para ponerla en las andas se metió debajo de las mismas andas y prorrumpió diciendo: “Virgen santísima de la peña de Francia” (era sordo y mudo también) a vista de infinidad de gentes y de este lugar que se hallaron presentes.»
Padres dominicos en el santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia y Romería en honor a la Virgen
Lo mismo que certifico, se hallará en el libro de milagros de dicha imagen y por verdad lo firmé. En Baños y septiembre nueve, año de mil setecientos y cuarenta.”
Robo en la iglesia de Santa María, 1891
Noticia aparecida en el periódico “El Imparcial” de 13 de agosto de 1891
“De once a dos de la madrugada de ayer, fue robada la iglesia de Baños de Montemayor, llevándose los ladrones tres cálices, un copón, un incensario y una naveta, todo de plata, y de ocho a diez duros que había en el cepillo de las ánimas. Las sagradas formas se hallaron sobre los corporales. El juez municipal don Agustín Gil Zúñiga, procedió a las primeras diligencias y dio parte al juez de instrucción de Hervás, don José Muñoz, quien, auxiliado por todas las autoridades, trabaja día y noche para el descubrimiento del crimen.
Iglesia de santa María

Dentro del templo fue encontrada una palanqueta y otra con el cepillo sin dinero, fuera. Los ladrones debían conocer el local, pues utilizaron el momento de salir el cura con la unción y abrieron con ganzúa la puerta de la sacristía, donde se custodiaban los objetos de valor. No hay más señales de violencia que en la parte interior de la puerta donde encaja el cerrojo. Los ladrones no han sido habidos.»
Al día siguiente, en el periódico “La Correspondencia de España”, de 14 de agosto, se sigue la noticia:
“Nada ha podido averiguarse hasta ahora del robo cometido en la iglesia de Baños de Montemayor, habiendo sido puesto en libertad el sacristán de la misma por no resultar cargo alguno contra el mismo y abonarle sus buenos antecedentes. El juez de instrucción salió para Hervás, donde continuará la ampliación del sumario.”
Nunca se supo quién o quiénes fueron su autor o autores.
Interventor del tren agredido, 1909
En la estación férrea de los baños de Montemayor ha ocurrido esta tarde un sangriento suceso. El Jefe Sr. Escobar, disparó dos tiros de revólver sobre el interventor de la línea, Sr. Pérez, cuando bajaba del tren descendente.
El Sr. Pérez ha resultado con heridas graves en un brazo y en un costado.
Los viajeros que presenciaron la agresión se muestran indignados por la forma en que ésta ha sido realizada. Parece ser que los motivos son contrariedades en el servicio.

Estación de tren de Baños de Montemayor sobre 1915

Muerte de Manuel García Reveriego, septiembre de 1934
En la publicación «Crónica Extremeña» aparece la siguiente noticia:
«Por muerte del obrero Manuel García Reveriego de 33 años de edad, natural de Baños de Montemayor y de oficio peón de albañil, al servicio del patrono contratista de obras don Eloy Gómez Guijo, domiciliado en el mismo pueblo. Sufrió un accidente que le ocasionó la muerte al estar trabajando en una casa de la calle de Pizarro, propiedad de don Jesús Pozas, y al ir a efectuar una reforma en su balcón de cemento de citada casa cayó, rompiendo en su caída el andamio y envuelto en piedras llegó hasta el suelo produciéndose la fractura del cráneo.
Deja a su viuda Jacinta Gómez Marín, de 29 años edad y a sus hijos Ceferina y José, una pensión de 547, 68 pesetas.»
Manuel García murió el 22 de abril de 1934 y su entierro efectuado en la iglesia de santa Catalina.

Un turismo penetra por el tejado en una cochera, 1975
En el periódico ABC el 7 de marzo de 1975, en su edición matutina aparece este artículo:
«Un automóvil conducido por un solo brazo y el muñón de otro del minusválido señor Benavides, al tomar una curva en la carretera nacional 630 dentro del casco de esta población, se salió de la vía, dio un saltó en el vacío de unos seis metros y se incrustó de morro en el tejado de una cochera vacía en aquel momento. Previamente el coche había perforado el tejado de un piso interior y en la posición indicada, siguió descendiendo hasta la planta baja de un local destinado a cochera, quedando en posición vertical con las ruedas delanteras abajo.
En su caída el vehículo arrastró un bloque de muro de contención de más de doscientos kilos y derribó una pared de la casa medianera.
El conductor sólo sufrió rasguños y magulladuras, su esposa y una hermana que le acompañaban que fueron trasladadas a Plasencia para atención médica. Los ocupantes del automóvil se dirigían al sepelio del padre de las señoras.»
Lugar por donde cayó el vehículo
Autor del artículo: Pablo Vela
Muchas gracias me encantan estos artículos
Muchas gracias a ti por leerlos.