Jugar a los prohibidos

En el siglo XIX, el Código Civil de 1870 reguló el juego en los artículos 1798 a 1801, estableciendo dos tipos de juegos: los prohibidos, cuyo resultado dependía exclusivamente de la suerte, envite o azar, y los no prohibidos, en que el resultado estaba ligado exclusivamente a la destreza y habilidades de los participantes.

Más tarde se dictaron diversas circulares del Ministerio de la Gobernación y la Real Orden de 3 de diciembre de 1880; cuya finalidad era dotar de herramientas más eficaces a las autoridades para erradicar el juego prohibido o al menos controlarlo y de esa manera evitar los abusos y pendencias. Jugar a los prohibidos era una actividad considerada en aquel momento como una lacra social.

Para hablar de estos juegos prohibidos voy a poner dos ejemplos de lo que sucedió en Baños en años diferentes de primeros de siglo XX y las distintas repercusiones que tuvieron.

Juegos en los cafés

La importancia que fue tomando el balneario en el siglo XIX se resume por la apertura de varios establecimientos orientados a dar tanto alojamiento como distracción y ocio a los visitantes. En 1864 existía un café ubicado en el perímetro del establecimiento balneario desde hacía bastante tiempo y en el que, constantemente abierto al público, se servían helados y otras bebidas, vino procedente de las bodegas del pueblo y no faltaban distracciones en él, pues en dicho café había mesas de billar, de “tresillo” (juego de naipes en el que se emplea baraja española y en el que participan cuatro personas, de las cuales solo tres intervienen en cada juego parcial; los jugadores reciben nueve cartas y se procede a una subasta mediante la que se establece cuál de ellos debe jugar contra los demás; para llevarse la cantidad apostada este jugador debe ganar más bazas que cada uno de los demás, ganando la baza la carta más alta del palo de triunfo o, en su defecto, la más alta del palo de salida) y otros juegos lícitos.

En 1887 se edificó también sobre la galería de baños dos espaciosos salones elegantemente decorados, destinados uno para tertulias y baile y el otro para billar, tresillo etc.

El salón de baile de recreo medía 13’45 metros de longitud por 8’82 de ancho, o sea 118,68 metros cuadrados, en él había un piano, pagándose por cuenta del Establecimiento un pianista toda la temporada. Se colocaron seis grandes espejos dorados, tres arañas, colgaduras en los ocho balcones, gran mesa para periódicos, etc. El de billar medía 8’38 metros de longitud por 7’10 de anchura, en él había una bonita mesa para billar, cuatro mesas para tresillo y muchas mesitas para tomar café, refrescos, etc.

Después de esta introducción necesaria, quiero contar lo que ocurrió el día 25 de julio de 1902.

El día 20 de julio, en las dependencias de la Guardia Civil de Hervás, se recibieron noticias que en el pueblo de Baños y concretamente en el café “Las Termas”, se estaba jugando a «los prohibidos», utilizando al efecto tanto el café, como las habitaciones que para su uso y el de acoger huéspedes disfrutaba el dueño del mismo, José González. Ante estas noticias la Guardia Civil requiere al Juzgado de Instrucción de Hervás el correspondiente auto para poder entrar en las habitaciones y practicar un registro en el café y sus dependencias particulares, bien de día o de noche, recogiendo cuantos efectos y objetos se encontraran y tuvieran relación con los hechos que se presumían ocurrían en dicho café, así como a las personas que se hallaran jugando en referido café y habitaciones particulares.

Todo estaba preparado, pero el día 24 de dicho mes se recibe comunicación de Baños de Montemayor solicitando que se aclarara cuál era el segundo apellido del vecino José González, ya que había varios con ese nombre y primer apellido, una vez que se soluciona lo del apellido se le vuelve a mandar el auto con el nombre completo. Se enteraron en Hervás que los principales jugadores que se reunían para jugar a los «juegos prohibidos» se encontraban ausentes en el pueblo de Baños, por lo que decidieron dejarlo para el día siguiente. Dada la festividad de dicho día, así como la aglomeración de personas que con motivo de celebrarse una corrida de novillos era de esperar que hubiera en Baños, sería más fácil encontrar a los jugadores habituales.

En efecto, el día 25 de julio de 1902 a las tres y media de la tarde se personaron el teniente de la Guardia Civil acompañado por dos cabos, actuando de secretario el juez de Baños. Entraron en el café «Las Termas» y haciéndose acompañar por el dueño del mismo y previas las formalidades prevenidas en la ley, se procedió al reconocimiento de dicho café y demás dependencias y solo se halló en un salón de la planta baja a los vecinos Elías, Jesús, Gregorio y Juan, los cuales sentados alrededor de una mesa situada en el salón del café antes citado estaban comenzando a jugar a la lotería de cartones, juego cuyo bombo estaba moviendo Vicente de catorce años de edad y vecino de Baños. El oficial de la Guardia Civil teniendo como base las diversas reales órdenes de 1874, 1875 y 1887 que calificaban de ilícito el juego de la lotería en los cafés y establecimientos públicos, en presencia del dueño y los jugadores procedió a incautarse de los siguientes objetos:

Un bombo de alambre con un soporte de hierro y madera, y dentro de él, noventa bolas con numeración no correlativa desde el uno al noventa, veinticuatro cartones que se usaban para este juego, una bolsa de percalina verde con judías, trozos redondos de hojalata y pedazos de plato, un tablero en medio para colocar las bolas según van saliendo del bombo y un cartón que dividido en dos hojas en forma de libro contenía los números del uno al noventa.

Antiguo juego de la lotería

Se entregaron los efectos al juez de instrucción y se procedió posteriormente a tomar declaración a cada uno de las personas implicadas. Se muestran a continuación tres declaraciones pues todos los implicados coincidían en la misma.

     Declaración de José González Pérez

De 54 años de edad, casado, labrador natural, vecino de Baños y sin antecedentes penales.

Que en la tarde del día veinticinco del pasado mes es cierto que se presentó el señor teniente del guardia civil jefe de la línea de Hevás, con los cabos del mismo cuerpo Juan Manzano y Demetrio Sánchez y previo aviso que le dieron le hicieron saber que estaba prohibido jugar a la lotería en los establecimientos públicos, por tanto, recogieron cuantos útiles servían para el mencionado juego que estaba sobre una mesa de las que hay en el casino llamado de las Termas.

Que el declarante estaba tocando un gramófono distante de la referida mesa, cuando le fue llamada la atención por el señor teniente.

Que el juego de la lotería recogido pertenece a la familia del declarante, la cual en las noches de invierno pasaba algunos ratos jugando, que no recuerda si fue un hijo suyo quien sacó dicho juego de las habitaciones de su casa y lo bajó al casino para que nadie se dedicase a jugar intereses sino para contar las bolas y ver si estaban completas, cuya operación estaban haciendo Elías González, Jesús Pozas Belloso, Gregorio Corchete Vega y Juan Ruiz del Portal, como vía de distracción y para enterarse de su mecanismo, entreteniéndose en darle vueltas al bombo el muchacho Vicente Regidor Muñoz y en esta actitud fueron sorprendidos por el señor teniente antes referido.

Que el declarante tiene arrendada a su hijo Manuel toda la planta baja en que está instalado el casino, viviendo su dicho hijo en la parte alta con su familia.

Declaración de Jesús Pozas Belloso

Vecino de 24 años de edad, casado, labrador natural y vecino de Baños y sin antecedentes penales.

Que es cierto que el día 25 de julio último estaba por la tarde sentado junto a una mesa del casino llamado de las Termas, en compañía de Elías González Guinaldo, Gregorio Corchete Vega y Juan Ruiz del Portal, examinando el mecanismo de un bombo que sobre dicha mesa había, con unos cartones y bolas de jugar a la lotería y contando dichas bolas, hallándose un muchacho llamado Vicente Regidor dándole vueltas a dicho bombo. Se presentó el señor teniente de la guardia civil de la línea de Hervás y creyendo que estaban jugando algunos intereses recogió todos los utensilios pertenecientes a dicho juego de la lotería y les hizo saber que quedaban denunciados.

Declaración de Vicente Regidor Muñoz

Vecino y natural de Baños de 14 años de edad soltero, labrador y sin antecedentes penales

Dijo que habiendo entrado en la tarde del 25 de julio en el casino de las Termas en busca de su padre que estaba tomando café con el fin de que le diera una entrada para ver los toros le dijeron que le diera al manubrio de un bombo de lotería que estaba sobre una mesa a cuyo alrededor se hallaban Elías González y Jesús Pozas, Gregorio Corchete y no recuerda quién más, los cuales querían ver cómo funcionaba dicho bombo y ver si estaban completas las bolas y cuando se puso a darle a dichos bombos se presentó el señor teniente de la guardia civil con dos guardias y diciéndoles que estaba prohibido jugar allí a la lotería, mandó recoger el bombo y los demás efectos que se llevaron consigo.

Que el declarante no vio que nadie jugara intereses de ninguna clase ni hicieran otra cosa que lo que acaba de referir.

Finalmente se inhibe el juez de Hervás y no se declara como delito porque estaban todos mirando cómo funcionaban las bolas, sin haber intereses por medio, pero sí era constitutivo de falta.

Juego en los salones del balneario

Se expresará en este ejemplo cómo el juego de «los prohibidos» llegó a tener un efecto totalmente inesperado por las partes en conflicto.

El primer día del año 1920 tomó posesión como arrendatario del balneario y sus anexos, Alejandro Lerroux García, firmándose el contrato definitivo el 24 de enero de 1920.

Recibo del primer pago del arriendo del balneario

A raíz del arriendo del balneario, se producen una serie de consultas, pleitos y recursos que van a marcar toda la historia del establecimiento hasta la actualidad. No tardaron mucho las autoridades locales, tanto del Ayuntamiento como de las Juntas, en pleitear contra el arrendatario. Es decir, los mismos que hicieron que el pueblo votara a favor del arriendo, ahora son los que los levantan para forzar al arrendatario a anular dicho contrato. Una paradoja curiosa, si no fuera por lo grave de la situación. A partir de estos momentos todos estos pleitos supondrán para las arcas de la renta del balneario, una rémora económica importante que se alargará en el tiempo.

Pleito contra la empresa arrendataria, 1921

El primer pleito contra la empresa arrendataria es debido a las tensiones que se producen entre el gerente de la empresa arrendataria y los miembros de la Junta y el propio alcalde.

En febrero de 1921 la nueva Junta (entra en enero de 1921) encabezada por su presidente Eloy Belloso, empieza a buscar información ante el notario de Hervás y consulta a abogados para ver si el contrato se ajusta a derecho. Se forma una comisión para hablar personalmente con el señor Lerroux y empiezan a correr los gastos a cuenta de la Junta.

En junio se decide por parte de la Junta del Balneario contratar a un abogado para efectuar recurso contra el contrato. El presidente convoca a la asamblea de vecinos y a los vecinos en general para informarles de su propósito.

En este intervalo de tiempo se producen unos hechos que tuvieron mucha importancia para el balneario. El gerente del arrendatario, José Robles mantiene una disputa con el alcalde Eulogio Navas, el motivo es que éste recrimina a dicho señor que en los salones del balneario se estaba jugando a “los prohibidos”, es decir una mesa de ruleta y otra de monte (salen a la mesa cuatro naipes que saca el banquero, dos de abajo del mazo a los que se da el nombre de albur y dos de arriba, que se llaman gallo. Hecho el juego, es decir, apuntadas las cantidades, el que talla vuelve la baraja y va desuniendo naipe por naipe hasta que sale alguno igual en tantos a otro de los que juegan -si ya no ha venido en puerta- siendo la primera y segunda carta las que ganan contra las otras dos), prohibidos por la ley y que tal hecho no estaba recogido en el contrato.

El gerente en vez de venirse a razones amenaza e insulta al propio alcalde, ello hace que la población se eche a las calles y proteste contra dicho señor y contra el arrendatario. Fueron días de alteración del orden y de gritos contra el gerente de la empresa arrendataria.

Carta del alcalde al Gobernador por los incidentes con el señor Robles

Siento verme precisado a molestar la atención de Vs. Pero es lo cierto que hace 18 meses este pueblo arrendó a don Alejandro Lerroux su importante establecimiento balneario. No cumpliendo el arrendatario las obligaciones que se consignaron e imponiendo caprichosamente limitaciones de derechos ciudadanos, la población al ver las vejaciones de que es objeto pretende recobrar su libertad de acción por medio de trámites legales. Sorprende que, a las deferencias guardadas al arrendatario, se haya concentrado aquí sin duda pretextando actos que no han de realizarse, el señor Jefe de Línea de la Guardia Civil, con seis parejas además del Puesto del que está dotada la población. Estos hechos han irritado y excitado grandemente los ánimos por suponer que la concentración obedece al solo objeto de que el gerente del balneario don José Robles, que tuvo que pedir la separación de aquél benemérito Instituto pueda aquí impunemente hacer cuanto le venga en gana y principalmente jugar a los prohibidos dentro de las habitaciones de dicho balneario, que nunca se dedicaron a este nefasto vicio ni para ello fueron arrendadas. En virtud de la actitud levantisca que principia a observarse en el vecindario he tenido una conferencia con repetido señor Jefe de Línea y me ha manifestado no puede prestar el auxilio que necesito para la defensa de las amenazas que en todo momento hace el señor Robles. Una medida que he tomado para ver de lograr se aquieten las pasiones ha sido requerir confidencialmente al gerente del balneario para que se abstenga de jugar a los prohibidos en los locales del mismo y la respuesta ha sido: se jugará. Esta contestación o actitud ha provocado tal indignación en el vecindario que está dispuesto a no tolerar tan enorme atropello y preveo de un momento a otro la alteración del orden público, por lo que Vs adoptará las medidas que estime oportunas.

Baños 17 de julio de 1921

Contestación que hace el señor Robles, gerente y secretario particular de Alejandro Lerroux

Periódico El Debate  de 27 julio de 1921 

Los baños de Montemayor

El caso a que se refería un suelto nuestro de hace pocos días ha recorrido gran parte de la Prensa de provincias. En el balneario de Montemayor, arrendado por el señor Lerroux, se cometen abusos, que han ocasionado innumerables protestas de los bañistas. Tales abusos y el hecho de jugarse en el balneario a los prohibidos, motivaron una intervención del alcalde, a quien don José Robles gerente del balneario y secretario del señor Lerroux dirigió una carta de la cual es el siguiente párrafo que copiamos de “La Gaceta Regional” de Salamanca.  “Pretende ahora inmiscuirse en asuntos si se juega o no en el balneario es extenderse patente de tonto. Para jugarse aquí, ya sabe usted que sin la autorización del Gobierno (no del gobernador), no se jugaría. Ni la Guardia Civil, ni los jueces, ni nadie le atenderán a usted, y sólo conseguirá exacerbar al señor Lerroux contra usted y buscarse una ruina estúpida”. Es en absoluto intolerable que a estas fechas pueda nadie dirigir a una autoridad esas insolentes intimaciones, es intolerable que un político de la categoría del señor Lerroux pueda, por boca de su representante, jactarse de tener en un puño a los jueces y a la Guardia Civil, es intolerable que una influencia política, que nada justifica, sirva de pantalla a un negocio conducido en forma tal que suscita la pública indignación. Y porque todo esto nos parece intolerable, invitamos al Gobierno a no tolerarlo.

Dada la gravedad de la situación la empresa arrendataria, es decir Alejandro Lerroux, decide sustituir al gerente José Robles, nombrando provisionalmente a su abogado señor Naranjo hasta que en enero de 1924 nombra nuevo gerente de la empresa arrendataria a Miguel Ferrero Pardo (quien a partir de 1944 pasa a ser el nuevo arrendatario), y a la vez acepta entablar negociaciones, formándose una nueva comisión por parte de los señores Eloy Belloso, Domingo Regidor y Juan Gallardo.

Autor del artículo: Pablo Vela

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