La escuela en Baños de Montemayor desde 1836 a 1932

La unión de los dos pueblos no supuso cambio alguno en la educación y formación de los niños de Baños de Montemayor. El único cambio fue que ya no se repartían los gastos del maestro entre ambos barrios sino se hacía cargo el nuevo ayuntamiento. La escuela se mantiene en el local del ayuntamiento. Así, Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico-Histórico de los pueblos de España señala que en 1845 la casa del ayuntamiento estaba situada en la plaza de la Huelga y había una escuela de primera educación dotada con fondos públicos a la que concurrían cuarenta niños y veinte niñas.

Los documentos encontrados de esta época nos hablan que desde 1839 hasta 1853 lleva la escuela el maestro-sacerdote José Sánchez Colmenar. Su sueldo era de 1.550 reales anuales, sin que pudiera recibir cantidad alguna de los alumnos. Salvo los sábados que sí pagaban cuatro maravedíes los de primera clase, ocho los de segunda y doce los de tercera.

En 1850 el maestro-sacerdote exige aumento de sueldo y el concejo le paga 2.000 reales anuales, pero tiene que pagar a uno o dos pasantes para la escuela debido al gran número de niños que asisten a la misma. Elige como pasantes a los jóvenes José Guardado y Marcelino Rodríguez. Los niños no pagaban por asistir a clase, salvo los sábados donde el dinero recaudado se utilizaba para arreglar el local de la escuela.

En 1852 aparece documentada la primera maestra en Baños de Montemayor, llamada Ángela Bienes, cesando en enero de 1853 por motivos personales.

En junio de 1853 le sustituye Felipa Ramos, natural de Salamanca, con un sueldo de 1333 reales anuales, más 300 para material de las niñas pobres que se seleccionaba por parte de la comisión local y el ayuntamiento. El resto aportaban dieciséis, doce, ocho y cuatro maravedíes según su clase social. Toma posesión el 22 de mayo de 1854, con un sueldo de 2.200 reales incluido el alquiler de la casa y 300 reales para menaje de niñas pobres. El 13 de agosto renuncia al cargo.

Nuevo edificio de escuela 1853

La primera ley de educación que existió en España fue la de Instrucción Primaria que se promulgó el 21 de julio de 1838, (conocida con el nombre de Someruelos por ser el político que la firmó). Meses más tarde el 26 de noviembre de 1838 se promulgó el Reglamento para las Escuelas Públicas que establecía la creación en cada provincia de una Escuela Normal para que se fijaran, definieran y dotaran de recursos y conocimientos a la función docente.

En este Reglamento, entre otras cosas se establecía que “los locales destinados a escuela deberían estar en las condiciones de salubridad y extensión adecuadas y donde no hubiera un local conveniente destinado a este objeto, se procurará obtenerlo en arriendo, separado de otros edificios y especialmente de lugares de concurrencia y ruido”.

Con este fin el consistorio de Baños de Montemayor decide en agosto de 1853 que la escuela de niños y niñas se edificara en la plaza denominada de la “Huelga”, hoy llamada Plaza Pizarro, es el edificio donde actualmente está el local de la Asociación de Mayores. Así se cumplían los requisitos de dicho reglamento. Hubo en el consistorio quien se opuso a este proyecto de nuevas escuelas al estimar que la plaza quedaría interceptada por la construcción de un nuevo edificio y porque la población no lo acogería como era debido. Pero la mayoría de los representantes de la corporación municipal decidieron aceptar el proyecto.

Edificio de las escuelas construido en 1853

Este mismo año coge la interinidad del cargo de maestra, María Ponce de León maestra de instrucción primaria y en mayo de 1854 adquiere la plaza en propiedad Damiana Moreno.

En este año de 1853 había una vecina enseñante, es decir que daba la enseñanza a los niños y niñas por su cuenta. Se llamaba Rosa Campo y ante las quejas de la maestra titular, la corporación municipal tuvo que poner cartas en el asunto y requirió a Rosa Campo que dejara de dar clases particulares por el agravio económico que suponía para la maestra titular.

En noviembre de este año de 1853, José Sánchez-Colmenar, el maestro-sacerdote renuncia a la plaza de maestro de instrucción pública que había regentado, por haber sido agraciado con una plaza de cura (curato) en la diócesis de Plasencia. Para sustituirlo se elige provisionalmente al maestro Pablo Arias Camisón profesor de instrucción primaria residente en Ahigal, hasta que se cubriera la plaza por oposición.

En 1854 ocupa el cargo de maestro titular Julián Mata Márquez, con el sueldo anual de 3.500 reales, sin otras retribuciones y se le abonan 300 reales para casa, y 300 para menaje de los niños pobres que designe el ayuntamiento y comisión local y otros útiles para la enseñanza.

En mayo de 1856 toma posesión de maestro Saturnino Hernández de Castro. En este año se nombran los niños pobres que no tenían que pagar para ir a la escuela: Rosendo Sánchez, Nemesio Gómez, Eugenio González, Eduardo Serrano, Mariano Gómez, Nemesio Guardado, Juan Regidor, Tomás Esteban, Ángel Hernández, Dámaso Muñoz, Francisco Frías y Romualdo Campo, facilitándoles gratuitamente todo el menaje que necesitaran para su enseñanza.

En 1859 el maestro interino, es Fernando de Castro Ollero, secretario de ayuntamiento, que renuncia a dar clases y se nombra en el mismo año a León Redondo, vecino del pueblo. En 1865 Ángel Pariente Valencia aparece como maestro.

En 1879 es maestra Ignacia Gómez del Castillo, que lleva los párvulos sin cobrar dinero alguno y en ese año se pide se le pague sueldo, pero no hay fondos. En 1885 el maestro es Agapito Corredor Hernández, que se mantiene en su puesto has 1899 que marcha a Brihuega, Guadalajara.

En 1890 la maestra solicita de la Junta del balneario que se le pague de sueldo igual que al maestro a lo cual la Junta lo estima pertinente por las buenas notas que han sacado las niñas en esas fechas.

Por el contrario, se demuestra por parte de la  Comisión Local de Enseñanza que los niños no están a la altura de las niñas y se busca un pasante para que ayude al maestro nombrando como tal a Agapito Corredor Hernández.

En 1891 se nombra como maestra de párvulos a Luisa Rodríguez Rodríguez, que se mantuvo en el puesto durante muchos años.

En 1896 aparece como maestro Victoriano Mandado, sin haber sacado la oposición, se le da el título profesional de maestro en 1900.

Victoriano Mandado Mediante y el alumno Eloy García Belloso

En 1899 la maestra es María Morales Blanco. En este año había cuatro clases, de ambos sexos siendo sus maestros: María Morales, Luisa Rodríguez, Agapito Corredor y Victoriano Mandado. En 1907 coge plaza de maestro en Baños de Montemayor Julián Rodríguez Polo.

En 1910 el rectorado de Salamanca designa a Ángel Rodríguez Mata para que sustituya al maestro de la escuela de Baños don Julián Rodríguez Polo durante el tiempo que este permanezca en la Escuela Superior del Magisterio, donde ingresó como alumno.

En 1913 había en Baños de Montemayor dos escuelas, una de ellas pública con tres grados, y una privada de niñas que pertenecía a la congregación de Josefinas situada en la parte alta del portazgo. El maestro de la primera se llamaba Severiano Montero que accedió a su puesto de maestro por la permuta que hizo con Julián Rodríguez Polo, pasando éste a Cuacos de Yuste, que es donde daba clase Severiano Montero.

En 1913 en un recorte de periódico vemos como se hace una crítica a las malas condiciones en que se encontraba la escuela de niños y niñas. Se critica que la pendiente para llegar a la escuela está mal cubierta y con piedras desniveladas. Luego se critica que la escuela comunica con un callejón insalubre situado en la parte posterior de la misma, y que posteriormente quedó anulado por un añadido que se hizo en el edificio.

Añadido que se hizo en el edificio de la escuela para evitar el callejón trasero insalubre

Congregación Hermanas Josefinas

Se tienen noticias de la existencia en Baños de Montemayor de la instalación de un colegio de Hermanas Josefinas Trinitarias en 1910. Esta congregación nace oficialmente en Plasencia en 1886 y se dedican a la instrucción de la juventud en las instituciones educativas de su propiedad o concertadas bajo los fundamentos de los valores cristianos.

En 1910 reunida la Junta del balneario decide facilitar la instalación de un colegio de religiosas para lo cual se hace cargo de la renta de la casa o local que servirá de colegio para estas Madres Josefinas, pagando de renta 300 pesetas anuales durante tres años. El edificio era propiedad de la viuda de Benito Peña y estaba situado en la zona del Portazgo.

En 1913 las Hermanas Josefinas se hacen con la propiedad de la casa o local en el que tienen instalado el colegio, por lo que al no tener que pagar ya la Junta del balneario renta alguna, solicitan de esta una pequeña subvención para el colegio. La Junta decide un donativo anual de 125 pesetas con la obligación de que la comunidad religiosa educaría a seis niñas pobres que en su día nombraría dicha Corporación.

En octubre de dicho año y por el acuerdo anterior, se anunció por bando público la convocatoria para cubrir seis plazas de alumnas entre 7 y 10 años para el colegio de las Madres Josefinas. La suerte fue la que decidió que fueran las niñas siguientes: Felisa Martín González, Antonia Gómez, Juana Mandado, Felisa Moreno, Anselma Escobar y María Asunción Aguilar.

En el mes de noviembre la comunidad de religiosas Josefinas vuelve a acudir a la Junta del balneario para comentar que dentro de la subvención acordada no entraba el material de enseñanza y que debería correr a cargo de los padres o de la Junta, decidiendo esta que en atención que las alumnas eran de familias humildes se haría cargo también del material de las mismas. Para ello dio una subvención de 35 pesetas.

La última noticia documentada de esta congregación en Baños de Montemayor es de 1914 y no deja de ser una cosa curiosa. La fecha es de agosto de 1914 y habla que una religiosa de las hermanas Josefinas tomó nueve baños gratis pasándose por religiosa de Baños de Montemayor, cuando en realidad era de Hervás, por lo que la Junta pide a la congregación de Hervás que se le abone al establecimiento el coste de dichos baños.

Edificio donde estaba ubicado el colegio de las Josefinas a principios del siglo XX y en la actualidad

Desde 1914 a 1932, año de la inauguración de las nuevas escuelas graduadas, aparecen como maestros los siguientes: Severiano Montero, Laura Calamita Tejeiro, Ramona del Vado (solo un año), María Luisa Regidor (párvulos), Eloy del Monte, Casimiro Hernández García, Victoriano Mandado (1922) siendo su auxiliar Florencio Durán, Adela Revilla Gastán (1923), Julia Regidor, auxiliar escuela de niñas y ayudante de maestro Eugenio Redondo Casado, y Victoria Cruz Arévalo (1931).

Quiero destacar la presencia como maestro en Baños de Montemayor de Adolfo Izquierdo Elena (1895-1975), fue maestro a los 18 años. En mayo de 1921 fue nombrado maestro interino en las escuelas de Baños de Montemayor. Fue redactor del periódico «El Avance» y poeta.

El edificio de la escuela como hemos visto estaba en la actual Plaza Pizarro. Pero con el tiempo quedó un poco desfasado y varios han sido los intentos de reformarlo y también de crear un nuevo edificio.

A principios del año 1917 el ayuntamiento tiene un firme convencimiento de que las escuelas deben ser renovadas y dotadas de material moderno. Se presentan varios proyectos para la creación de nuevas escuelas y arreglo de las existentes.

La Junta del balneario ayuda en esta idea con la donación de 6.000 pesetas para la reforma de los locales que acogen a la escuela y para la creación de dos grados más con la dotación del material correspondiente. En octubre se acaban las obras que duraron seis semanas.

En cuanto a las clases de párvulos que tenían el local en el edificio del ayuntamiento, también se hace obra y es en octubre de este año de 1917 cuando el ayuntamiento solicita a la Junta del balneario que done un salón para que se den las clases de párvulos durante los dos o tres meses que tardarían las obras de reparación de la escuela. Así lo explica el alcalde:

            “Es urgente la medida, por llevar los niños dos meses vagando por las calles y ser muchas las lamentaciones del vecindario sin que durante este largo plazo se haya encontrado local capaz para tal objeto, siendo la impresión de las fuerzas vivas de la población se resuelva en el sentido que se solicita.”

Después de varios años con distintas obras tanto en las escuelas graduadas como en la de párvulos, el ayuntamiento toma una decisión en 1921 y es la de comprar la finca de Vicente Gallardo para construir un nuevo edificio a cargo de la Junta del balneario. Se hace el correspondiente proyecto que se presenta a la misma. Se ponen anuncios en los periódicos para las contratas. El coste total del proyecto ascendía a 152.671 pesetas. Se hicieron dos proyectos y el maestro de obras Francisco Mirón cobró por ellos mil pesetas. Al final no se pudo llevar a cabo.

Documentación del proyecto de nuevas escuelas de 1921

Pero en este mismo año la casa cuartel situada en la calle doctor Rengifo, que era de alquiler, la compró Eloy Gómez Guijo, por lo tanto se tiene que buscar un nuevo emplazamiento para la misma y el ayuntamiento decide que el local que las escuelas de párvulos ocupan en el ayuntamiento sería el mejor emplazamiento, tomando para cocinas un trozo de la vía pública y los párvulos pasaran a un salón del ayuntamiento, cuyos extremos aprueban el señor teniente jefe de la Guardia Civil e Inspector de primera enseñanza.

Se arreglan parte de las escuelas y se renueva el material como reloj, mesas, etc., en 1922.

En 1923 la Junta cede al ayuntamiento el terreno para hacer las escuelas y para ello dona la huerta comprada anteriormente.

En 1925 se procede a presentar un proyecto de construcción de nuevas escuelas. Por entonces con una población de 2.000 habitantes, eran más de 300 los niños que solicitaban un puesto en la enseñanza oficial, por lo que el ayuntamiento creía necesaria la construcción de una escuela graduada de tres secciones para cada sexo. Esta es la memoria del proyecto:

            “La buena voluntad de profesores y alumnos suplirá la modestia del local, en el que desde luego encontrarán aire y luz en abundancia. La iluminación de la misma será a través de amplias cristaleras. La distribución y el concepto del edificio es sencillo, como se puede ver en el plano. Cada sexo utilizará un piso, de tal manera que existe la suficiente independencia para que no se originen molestias, pero sin que se pretenda un absoluto aislamiento. El pabellón de retretes va separado del cuerpo principal del edificio y para evitar el rigor del clima, se dispuso un cobertizo de unión entre ambos cuerpos, que protegería el acceso. Dentro de la limitación del presupuesto se ha buscado la mejor impresión del conjunto con un carácter de serenidad y robustez que entona con la arquitectura de la localidad tan notablemente influida por la sierra castellana”.

Memoria y plano del proyecto de nuevas escuelas graduadas de 1925

En agosto de 1927, por Real Orden, se aprueba por el Consejo de Ministros la construcción de escuelas con edificio de nueva planta con destino a dos escuelas graduadas con tres secciones cada una para niños y niñas con un presupuesto de 296.747 pesetas, de las cuales 60.000 pagaría el ayuntamiento, y el resto lo pagaba el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, pagando 50.000 pesetas en 1927, 85.000 en 1928 y 101.747 en 1929. Se pide por parte del ayuntamiento un préstamo de 60.000 pesetas, a reintegrar en cincuenta años.

Aprobación por parte del Consejo de Ministros de la construcción de las nuevas escuelas, 1927

En noviembre del mismo año, se adjudicó definitivamente la ejecución de las obras de las escuelas graduadas de Baños de Montemayor al contratista Manuel Esteban Agulló, firmándose el contrato en enero de 1928.

Este mismo año se tuvo que adquirir por parte del ayuntamiento el trozo de huerto y casa que al sitio de los linares tenía Julia García Cañas, por ser indispensables para la construcción de las escuelas graduadas, por resultar insuficiente con el trozo o huerto primeramente tomado a la misma señora. El total de la compra fue de 2.000 pesetas pagadas a partes iguales entre la Junta del balneario y el ayuntamiento.

Se empiezan las obras en 1928, pero en noviembre de dicho año, hubo una pequeña protesta por parte de los obreros que construían las escuelas graduadas, quedando paradas las obras por falta de material según los contratistas, pero los obreros (un total de 70 entre canteros, albañiles y peones) exigen que se le paguen las horas extras que realizaron en verano y que los contratistas les aseguraron que esas horas de más las harían de menos en invierno, pero como iban a quedar paralizadas las obras en invierno por falta de materiales, nunca recuperarían esas horas extras. Las obras quedaron paralizadas varios días, pero continuaron posteriormente sin el menor incidente.

En 1929 surgen nuevos problemas. El 2 de octubre de 1929 fallece el contratista sin haber dejado testamento, declarando como herederas a sus dos hijas, renunciando una de ellas en favor de su madre Bárbara Perellón y Rueda con todos los derechos y obligaciones en la ejecución de las obras de referencia. Después de los tramites de rigor, se autoriza a dicha señora que prosiga las obras en las Escuelas Graduadas en diciembre de 1930, por lo tanto, las obras que habían quedado estancadas prosiguieron hasta la finalización del edificio.

Obreros en la construcción de las nuevas escuelas graduadas sobre 1928-1929

Autor del artículo: Pablo Vela

6 comentarios sobre “La escuela en Baños de Montemayor desde 1836 a 1932

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    1. Aún queda algún artículo para hablar de las escuelas y sus maestros. Las obras de las escuelas graduadas empezaron en 1928 y terminaron seguramente en 1931. En el próximo capítulo explico las inauguraciones y más cosas. Gracias como siempre y otro abrazo para ti.

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